Seleccionar página

Quiero cantar y cantar es mostrarse. Es estar abierta a escuchar los elogios y estar abierta a escuchar las palabras que dan donde más duele. Porque mostrarse es ser vulnerable. Al menos lo es mostrarse sin máscaras ni corazas.

Mi amiga-hermana me dijo «pero no quieres cantar para ser cantante ni nada de eso, no?». Y yo oí, «pero no quieres cantar para ser cantante ni nada de eso, no? porque para eso no tienes cualidades…». Igual quiso decir otra cosa, pero yo oí eso…

Y me dolió. Y no dije nada. Y tuve que transitar los momentos de: «es verdad, no canto bien, desafino, me quedo sin aire, canto entrecortado…» y «¿pero tú no deberías acompañarme?¿por qué me dices esto?». Y un millón de cosas así de mi mente y mis emociones necesitadas de cariño infinito y reconocimiento incesante y constante.

Hasta que paré, y simplemente me respondí a la pregunta:

Sí!, quiero cantar para que me escuchen, sí.

No se si para ser cantante pero sí se que, ¿por qué no? No se si para un nuevo camino con mi voz, un camino nuevo o un camino viejo, pero que yo andaré por primera vez.

Cantar es una de las cosas de la vida que más alegría me aporta. Cantar y oír cantar. Oír cantar y que me escuchen cantar. Aunque me duelan las palabras de algunes sobre mi cantar…

Pero hace unos días, mi otra amiga-hermana me dijo: «A mí me gusta oírte cantar, ¿por qué no escuchas mi voz por encima de las que dicen lo contrario?»

Y he decidido que sí. Voy a escuchar tu voz por encima de otras, y no al revés. Yo elijo. Escucharé todas las voces, pero yo elijo cuales son importantes para mí y cuales escucharé mas fuerte.

Gracias a todas mis amigas-hermanas y a mis hermanas-amigas por sus cantos y por escucharme con amor.

Mima Díaz

Oasis; agua-fuego